nvierno típico donde destacaron 12 días de heladas continuas en diciembre y unos meses de enero, febrero y marzo fríos y con lluvias de poca intensidad pero frecuentes. Los primeros brotes arrancaron durante la primera semana de mayo, con un rápido crecimiento al principio que se ralentizó con la importante bajada de temperaturas de la segunda quincena del mes y con un junio más frío de lo habitual. El 16 de julio se vieron los primeros granos enverados, con 4 días muy calurosos que provocaron cierta deshidratación. Agosto favoreció el óptimo desarrollo de las uvas. La vendimia se desarrolló entre el 12 y 29 de septiembre con ciertas lluvias y un óptimo estado del viñedo gracias a las precipitaciones de primeros de mes.