Descripción
Colección Vivanco 4 Varietales Dulce de Invierno es el resultado de años de investigación en los que Rafael Vivanco se ha propuesto recuperar los casi desaparecidos vinos dulces tradicionales riojanos. Conocidos como “supurados”, estos vinos se elaboraban a partir de las uvas pasificadas durante el invierno en los altos de las casas, y se disfrutaban como vino de postre en los días festivos y como reconstituyente.
Con su pasión por la Cultura del Vino y su formación y experiencia enológica en Burdeos, Rafael Vivanco ha innovado al combinar esta tradición centenaria riojana con las singulares condiciones microclimáticas y edafológicas de la Finca El Cantillo, en Briones. Su cercanía al río Ebro facilita que durante las mañanas de invierno la niebla se instale sobre el viñedo. Esta particularidad, unida al buen drenaje del suelo y la presencia del Cierzo, viento frío y seco, favorece el desarrollo lento de la podredumbre noble (hongo Botrytis cinerea) en las uvas, aumentando su complejidad aromática, concentración en azúcares y acidez.
Este Vino Naturalmente Dulce, sin azúcar ni alcohol añadido, pionero en Rioja, procede de la Vendimia Tardía de invierno de uvas botritizadas de las variedades tradicionales tintas riojanas Tempranillo, Graciano, Garnacha y Mazuelo cultivadas en este terruño singular. Con un rendimiento ínfimo y tras un suave y largo prensado, el vino permanece 14 meses en barricas de roble francés antes de afinarse seis meses más en botellero.
El resultado es un vino de guarda que irá ganando en complejidad a lo largo de su vida en botella, al igual que sucede con los mundialmente reconocidos vinos dulces de Sauternes o Tokay. Destaca por sus aromas intensos y muy agradables a frutas escarchadas, orejones de melocotón, naranja confitada y dulce de membrillo, todo rodeado de elegantes notas florales y cacao. En boca es sensual, delicado, con un fino dulzor frutal muy fresco e integrado que lo convierten en un vino largo, sabroso y placentero.
Se recomienda servirlo y degustarlo entre 10 y 12 °C con el fin de disfrutarlo en su pleno equilibrio de aromas, fino dulzor y frescura. Es un vino ideal para disfrutar como aperitivo, solo, o junto a foie gras o quesos fuertes (roquefort, cabrales…). Sorprende con mariscos fríos (ostras, bogavantes…) y es un gran acompañante como vino de postre con todo tipo de tartas, dulces y frutas de temporada. También se recomienda como vino de sobremesa animando una agradable conversación.
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